Autopista hacia el cielo

Categoría: ARTICULOS Publicado: Lunes, 01 Septiembre 2008

image296En mis primeras clases de religión, el profesor que era sacerdote, nos instruía sobre la biblia y sobre todos los milagros allí acontecidos. Con 10 años de edad no te planteas nada, solo que los milagros existen y punto. Llega la loca edad de los 18 años donde te das cuenta que no hay milagros, las cosas pasan por que sí, cualquier mínimo despiste al volante y estas vestido de blanco con San Pedro tocando el arpa. Ahora, a mis 40 menos uno, me asaltan las dudas y pienso que sí, que hay un ángel de la guarda que nos ronda y nos protege. Esta es la historia de uno de esos milagros.

En la mañana del 28 de agosto de 2008, nos dirigimos al nacimiento de la localidad de Igualeja (Prov. Málaga) con la intención de explorarlo y probar 

los equipos de inmersión. Yo, por supuesto que no soy espeleobuceador, me encargo de organizar la inmersión, pues este lugar es sagrado para la población, porque el pueblo se abastece de la surgencia, y hay que tratar el tema de una forma escrupulosa, así que previamente me puse en contacto con el Teniente Alcalde de la localidad, donde obtengo un permiso verbal para poder explorar el sifón.

 

 Comienzan los preparativos y pronto los espeleobuceadores Antonio Jesús Moreno del Grupo Espeleológico Alhaurin el Grande, José Luis Rubio del Espeleoclub Pasoslargos, José Millan (Pepón) del Espeleoclub Karst se introducen en el agua. José Luís instala el hilo guía, Pepón le acompaña y Antonio cierra el grupo tomando imágenes con cámara de video, pues está probando una carcasa de buceo fabricada por el mismo.

En el descenso se topan con un caos de bloques donde José Luis desciende sobre ellos, llegando a un fondo cerrado sin continuidad, pronto las burbujas de los buceadores tocan en el techo de la cavidad, y comienza a desprenderse de las paredes un fino barro que lo enturbia todo, disminuyendo la visibilidad hasta unos límites insospechados. Deciden salir y comentar la jugada ya con el nivel del agua por la cintura.


Esperan un tiempo prudencial para intentar aclarar el sifón lo máximo posible y realizar una segunda inmersión, donde José Luis irá primero, siguiendo un antiguo hilo guía y pepón le acompaña unos minutos después.

El sifón sigue sin visibilidad y José Luis, consigue atravesar el caos de bloques siguiendo el antiguo hilo. Pepón intenta seguirle, pero en un punto determinado se para pues no encuentra el hilo guía para superar el paso a través del caos de bloques, así que decide dar media vuelta. En este punto se pierde todo contacto con José Luís.

Ya en superficie, comentando con nosotros lo que había pasado, decidimos esperar a que José Luís salga. Pasado ese tiempo prudencial donde no tienes ninguna duda de que va a salir, comienzan las sospechas. Ya habíamos estado juntos en muchos sifones, donde yo siempre mantení

a el maldito papel de esperar en este lado del sifón mientras él buscaba al otro lado.

Continuando con la espera, se me viene a la cabeza aquella vez en el interior de la cueva del gato, en la galería del fantasma. Encontró un paso al otro lado del sifón y salió a superficie, quitándose el equipo de buceo, comenzó a explorar la nueva galería. Con el correspondiente retraso y los compresibles nervios del personal esperando al otro lado. Esta vez se intuía que era distinto, pues este sifón sí que se había explorado y nadie había llegado a encontrar su final, y mucho menos ningún vestigio de galería aérea o burbuja. Los siguientes comentarios que hicimos fueron sobre la hora de entrada y calcular cuánto tiempo tendría con 2 botellas de 7 litros a 300 atmosferas.

 

Se acabo, ha pasado más de media hora y ya tenía que haber salido, ¿habrá encontrado una burbuja?, Pepón se interna en el turbio sifón y sale comentando que la visibilidad es nula, y que el antiguo cordel guía ha desaparecido. Entonces es cuando no te lo quieres creer, las peores noticias se confirman.

Seguimos esperando y nada, coges el móvil para marcar el 112 y piensas que jamás te hubieras creído esta situación. Después se hace muy duro llamar a mi mujer que estaba esperando para comer con nosotros, llamar a nuestros amigos y compañeros de espeleo, compañeros de trabajo, coger el móvil de Rubio para llamar a su hermano, etc… muy duro.

Pronto llega todo el mundo, Bomberos de Marbella, de Estepona y del Consorcio de Ronda, Guardia Civil, GREA, Autoridades del ayuntamiento de Igualeja, y por supuesto compañeros y espeleobuceadores de la Sociedad Excursionista de Málaga.

Antiguos espeleobucedores, como Mayorga o Manolo Mesa, nos hacían ver la mas cruda realidad, “ahí no hay ninguna galería aérea”.

Los bomberos de Marbella, que son compañeros de Rubio y míos, deciden romper el muro para intentar bajar el nivel del sifón y para aumentar la velocidad de circulación del agua y por tanto que el sifón se aclare antes. También se coloca una bomba de achique en el interior del sifón para forzar esta situación.

Mientras tanto, una unidad especializada en espeleobuceo, se traslada desde Madrid en helicóptero. A posteriori, bomberos allí presentes que pertenecen a Bomberos sin Fronteras, deciden usar un detector de personas atrapadas (TPL), aparato usado para buscar persona entre los escombros y que es helitransportado desde Málaga por el GREA.

Una vez colocado el TPL, se desaloja todo el personal para iniciar las escuchas. Al cabo de un minuto y como si se tratara de una película de ficción, se oye a través del TPL unos pasos de alguien, a lo lejos se distingue la figura de un individuo, que pronto se confirma que es José Luís, de repente, la multitud se abalanza sobre él, no lo podemos creer, ha salido por su propio pié. A las 8.00 pm del día 28/8/2008, como los juegos olímpicos de Pekín celebrados 20 días antes.

Una vez calmada la situación, José luís cuenta que al intentar salir siguiendo el hilo guía, se le rompió, e intentó buscar el paso dos veces. Viendo que el tiempo se le agotaba, recordó un comentario de un lugareño que le dijo “arriba hay una cueva que comunica con esta”, hecho por supuesto que estaba sin comprobar y que nadie sabía, pues hay muchos comentarios sobre el Nacimiento de Igualeja.

 

 

 

 

El decidió buscar un paso alternativo, una galería aérea que hasta la fecha nadie conocía, y la encontró. Salió de agua y se acomodó para posteriormente quedarse dormido durante 2 horas. Escuchó las burbujas y los golpes de la botella de buceo de Pepón, y decidió sumergir su linterna acuática para indicar el camino.

Después, nos sigue comentando, comenzó escalando un pozo de seis metros y otro de cinco metros llegando al techo de la cavidad, donde vio una araña viva y raíces. Decidió buscar la salida, pensando que no debería estar muy lejos y encontró un paso obstruido por piedras y tierra. Comenzó a sacar piedras del estrechamiento y escucho el ruido de un helicóptero que le confirmaba que se encontraba muy cerca de la calle. Al cabo de un tiempo sacando piedras, un rayo de sol, le hizo gritar “Toma, como Nadal”. Había encontrado la autopista hacia el cielo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Enlaces sobre el incidente

Canal Sur

La Opinión de Málaga

Málaga Hoy

Diario Sur

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